33 días antes de conocerte empieza así la historia.
Trata de un niño que se llama Jaime y de sus vecinos nuevos .
La madre de Jaime decidió hacerles un bizcocho.
Jaime les llevó el bizcocho y tocó al timbre. Salió una mujer en un bañador de florecitas, le preguntó si era para ella y Jaime asintió. Ella se llevó el pastel hacia dentro. El niño entró en la casa también y vio a un hombre con una corbata de lunares rosas, un abuelo hablando con la tele y un gato muy feo, llamado Lengua. El hombre le preguntó que si quería un trozo y Jaime contestó que no. Jaime volvió a casa y su madre le preguntó si le habían comentado algo sobre la tarta y él contestó que nadie había dicho nada del bizcocho. Después de un rato se escuchó el timbre. Detrás de la puerta estaba un gato, Lengua, con la tartera.
Un día el hombre de la corbata invitó a Jaime a ver una película en su casa. Jaime pensó que esa película era muy aburrida pero se entretuvo comiendo palomitas.
Otro día su madre le dijo de cortar el césped, pero Jaime no encontraba las tijeras. La buscó y cuando salió al jardín vio que las tenía la vecina en las manos y su marido tenía un metro. Jaime le preguntó para que le servía el metro. El marido contestó que lo iba a utilizar para alargar la cama de la Nena, que estaba en un campamento y había crecido mucho.
Unos días más tarde los vecinos le invitaron ir a una fiesta en su casa. En la fiesta había caramelos, palomitas y una tarta. Todos se pusieron a bailar.
Después el abuelo le preguntó a Jaime si quería ir con él a la estación a por la Nena. Él asintió. Pero el día que fueron, cuando estaba a punto de verla, él pensaba que era un monstruo, porqué le habían hablado mal de ella y se desmayó por los nervios.
Cuando se despertó estaba en una cama con los pies sobresalidos. Miró a la ventana y vio reflejado unos pelos rubios y rizados y unos ojos que le miraban.
La Nena le preguntó como se encontraba y él respondió que mucho mejor. Ella se presentó y le dijo su nombre "Cristina".
Él ese día se quedó a cenar hasta cuando llegó su madre allí, se tomó un café y se fueron a casa.
Al final del libro Jaime piensa que Cristina es muy guapa y tiene voz de espinacas.

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